Fernando Schwartz presenta en Cáceres su hilarante novela ‘Que vaya Meneses’ sobre los vericuetos de la política internacional

Lleno total de público en la carpa de autores de la Feria del Libro de Cáceres con motivo de la presentación de la novela ‘Que vaya Meneses’ del escritor y periodista Fernando Schwartz, en la que un diplomático sin escrúpulos es enviado a un país del África Ecuatorial, Mazambezi, para reanudar relaciones.

Se trata de una hilarante novela sobre los vericuetos de la política internacional y lo que están dispuestos a hacer sus protagonistas para medrar. Situada en Mazambei, en este país se produce un sangriento golpe de Estado durante el cual un hospital en plena selva es destruido y sus dos médicos, cuatro enfermeras y cinco monjas, todos españoles, pasados a cuchillo. En un ataque de dignidad ofendida, el Gobierno español rompe con Mazambezi. 

 

Dos años después, se descubre que ese país nada sobre un mar de petróleo y en su interior, además, hay minas de coltán. Se hace necesario reanudar relaciones, y para ello mandan a Meneses, un diplomático resolutivo, con los escrúpulos justos y muy buenas relaciones con uno de los hombres más importantes de Mazambezi.

 

Aficionado desde pequeño a contar historias, Fernando Schwartz sorprende al lector con una novela que empezó a escribir tras ver un par de capítulos de una serie española sobre las embajadas. Al darse cuenta de que lo que contaban no guardaba una estrecha relación con la realidad, el escritor decidió enseñar a través de sus palabras lo que de verdad se esconde en una embajada.

 

Como ya es habitual en sus procesos de creación, el escritor desechó varias veces los dos primeros capítulos de la novela hasta dar con el texto definitivo. Tras dos años de trabajo, Fernando Schwartz dio vida a unos personajes que iban apareciendo conforme escribía las páginas.

 

Así nace ‘Que va Meneses’, una novela en la que hay “un punto de reivindicación”. En este sentido, el escritor ha explicado que “los medios honestos están singularmente ausentes en la política internacional, por lo que vi necesario mostrar cómo un hombre con sentido común era capaz de reconvertir la realidad diplomática”.

 

Asegura que no hay nada suyo en el personaje de Meneses, “simplemente un trasfondo personal que surge inevitablemente al darle vida a través de las palabras”, al tiempo que ha aprovechado la ocasión para reivindicar el peso de la literatura. “Sin libros no habría cultura, por lo que no habría ni herencia ni libertad”, ha dicho.

 

Siente que la literatura “no es más que un impulso” y que desde siempre ha sentido una “necesidad” de contar cosas. Por ello, ya se encuentra trabajando en su próxima novela que, como suele pasar con las demás, no dejará indiferente a nadie.

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