Feria del Libro de Cáceres

Construida desde el final a través de sus diversos marcos narrativos, esta novela cuenta la desventura de su protagonista, Lucía, dentro de las mazmorras de una de las instituciones más temidas del siglo XVI como es la Santa Inquisición.

Según ha explicado este escritor y profesor, la novela comienza con los dioses como protagonistas, mientras que ya en el segundo capítulo el lector se adentra en la parte más humana de la mano de Lucía, Don Dámaso y Don Valeriano, un trío de personajes que no dejará indiferente a ningún lector.

Con Jarandilla De la Vera como telón de fondo, la madre de Lucía fallece el día del parto de nuestra protagonista. Unos cincuenta años más tarde y con la familia regentando un hostal del municipio, todos los personajes se verán afectados ante la acusación de la santa institución católica ya que a la protagonista se le culpará de mantener relaciones sexuales con Don Dámaso y Don Valeriano.

Debido a un episodio que se circunscribe en los márgenes de la mitología cristiana con raíces netamente grecolatinas y ribetes de preciosismo literario, Jarandilla De la Vera se verá obligada una y otra vez a demostrar a través de su comportamiento valiente y rebelde que procede de un linaje divino que le entronca con el gran dios de la montaña verata, el padre Gredos.

“LIBRO DE FICCIÓN CON DATOS HISTÓRICOS“

La protagonista irá asumiendo progresivamente el papel de la Virgen de Jarandilla con el beneplácito e incluso la intervención directa de la divinidad, hecho que hará tambalear por instantes los cimientos de la institución católica, tanto en la Suprema Corte y Villa del Rey, Toledo, como en su representación en tierras extremeñas, el tribunal de Llerena.

Collado ha indicado que se trata de un “libro de ficción con datos históricos” que surge a través de una idea que se fue formando en su cabeza hace treinta años atrás. “Vine a estudiar a Cáceres y los fines de semana los aprovechaba para conocer el norte de la provincia cacereña y de cada sitio iba apuntando sus costumbres, paisajes, gastronomía o sus fiestas populares”, ha dicho.

Con todas esas notas, el escritor fue elaborando el libro y, como gran aficionado a la naturaleza, ésta tiene un “gran protagonismo” en la novela ya que el lector podrá apreciarla en prácticamente la mitad de sus hojas. “Tampoco me olvido del fuego, el gran protagonista de Los Escobazos y de la portada de éste, mi primer libro”, ha subrayado